Víctima De Una Progenitora Tóxica

Víctima de una progrenitora tóxica

qué vas a encontrar en esta web?

Pues un trozo de mi, Agnes Fuentes Essola, -Baby para familiares y amigos-, y un trozo por cada una de las víctimas de progenitoras tóxicas que hay alrededor del mundo.

«Víctima de una progenitora tóxica» es un libro que cuenta una historia real: la historia de cómo crecí con una madre tóxica. Es muy probable que si estás aquí, es porque estés viviendo un calvario y necesites tener más información para entender por lo que estás pasando.

Por eso, antes de invitarte a leer mi libro, vamos a comenzar por el principio;  ¿qué es una progenitora tóxica y qué podemos hacer ante ellas?.

 

Yo con mi madre en Palma de Mallorca, recién llega a España.

Qué es una progenitoria tóxica?

Una progenitora tóxica o narcisista, es una mujer que se convierte en madre por convencionalismos sociales, es decir, porque es lo que cree que le toca por ser mujer.

Una vez tienen a sus hijos, se dan cuenta que la maternidad no es lo que esperaban y lejos de amarlos, sienten un profundo rechazo, especialmente a las niñas.

Tienden a vivir infantilizadas, frustradas y con amargor porque sienten que sus vidas no son lo que esperaban.

La mayoría fueron maltratadas en su niñez y no saben amar de formar positiva, repitiendo los mismos patrones de maltrato infantil.

Es decir, volcarán en sus hijos todo lo sufrido en su niñez con una frialdad propia del desamor y desinterés que les provoca la maternidad.

 

En Palma de Mallorca, tenía 13 años aunque según mi DNI, tenía 9 para cumplir 10.

En el capítulo 7 -«Adiós»– de mi libro, cuento porque acabé teniendo 2 fechas de nacimiento.

Características de una madre tóxica

Como toda persona tóxica, vamos a partir desde la inseguridad, una de las principales características que nos va a ayudar a desarrollar otros desencadenantes muy comunes.

Los miedos e inseguridades que tienen, los proyectan en sus hijos que, obviamente, necesitan tener bajo control.

No quieren tenerles cerca, pero tampoco soportan que se vayan de su lado y cuanto menos, que consigan éxitos, siendo capaces de todo tipo de artimañas y de tretas para que no se alejen de ellas.

Este comportamiento les posiciona en un rol de víctima, culpando a sus hijas, principalmente en el caso femenino, de sus fracasos, volcando toda esa rabia sobre ellas desde la más tierna infancia.

Quieren que sus hijas sean esas personas ideales que ellas no han llegado a ser, haciéndoles creer que nunca es suficiente con su esfuerzo y que nunca llegarán a nada incluso llegándose a reír y burlarse de sus acciones y emociones de manera cruel.  Ésto mismo lo justifican como conducta de amor incondicional por el bien de ellas, convirtiéndolas en auténticas  manipuladoras emocionales.

Sin embargo, en el caso de tener hijos varones, la crianza puede ser diferente, dándoles un lugar superior que como mujer consideran que no se tiene, es decir, educan de forma machista y sexista.

Necesitan dar una imagen ejemplar en su entorno, mostrando una conducta totalmente diferente a la que muestran en casa, siendo capaz de cualquier cosa para que nadie sospeche de la verdadera relación tóxica que mantiene con sus hijos.

Éstas serían las características más comunes que se dan en una madre tóxica y sí, he sido criada y educada bajo estas circunstancias. Si te sientes identificada y crees estar viviendo lo mismo, te sigo invitando a que sigas leyendo.

 

 
 

 

Madres tóxicas, qué hacer?

Lo primero, darte cuenta de que tu madre es tóxica,  y después de asumirlo, trabajar una comunicación, que ciertamente se hace muy complicada, pero que hay que tratar de llevar a cabo.

Aprender a decir «no» y a marcar nuestros límites, no teniendo miedo a las consecuencias.

No cargarse de responsabilidades que no nos corresponden, tendemos a hacerlo porque queremos la aprobación y buena valoración, ya que te recuerdo, que nunca somos suficientes y vivimos en un chantaje emocional contínuo.

Y en mi caso, añado, convertirlo en mi propósito de vida. Tengo que decir que dentro de los trastornos y desórdenes afectivos que podría tener, aprendí a vivir con ello hasta tener la necesidad de compartirlo con el mundo, de ahí que me decidiera a escribir mi libro, mi forma de contribuir con todas aquellas personas que estén pasando o hayan pasado por lo mismo que yo.

Así que, si sientes curiosidad por saber como viví mi infancia con mi progenitora tóxica y saber si aún si te puedes indentificar más, en mi libro podrás leer capítulo a capítulo la historia que me hizo ser quién soy.